domingo, 31 de mayo de 2009

Rave en el museo. Black Meteoric Star @ MoMA


El sábado pasado por fin pude ver en directo a Black Meteoric Star. Fue en un lugar insospechado, el archifamoso Museo de Arte Moderno, y la verdad es que fue uno de los mejores directos de música de baile que he visto en mi vida. No sólo por la música, sino por todo lo que la rodeó. La noche estaba organizada por Pop Rally, programadores de eventos del MoMA que proponen colaboraciones entre músicos y toda clase de artistas visuales. En esta ocasión los protagonistas fueron nuestro querido Gavin Russom y Asume Vivid Astro Focus, un grupo de performance y video arte de raíces brasileñas.
No sabía muy bien que esperar pero desde el momento en que puse un pien en el museo supe que iba a ser algo especial. Al entrar, mientras la música de BMS ya retumbaba por todo el edificio, nos dieron una máscara tribal que repartían a todos los asistentes. Era como si nos encaminásemos hacia la celebración de un extraño ritual. Al llegar a la primera barra, la segunda sorpresa; cerveza gratis para todo el mundo. Subimos las escaleras hacia la sala donde se celebraba la actuación y ahí estaba Gavin, situado en el centro de la pista, encima de una plataforma. Sabía que era raro pero no tanto. A lo largo de la actuación se cambió de atuendo unas cuatro veces y a cada cual mas extravagante. Su vestuario incluyó turbantes, un mono negro, ropa interior femenina de encaje y una corona de plumas blancas. Al estar elevado era difícil discernir los aparatos que llevaba pero lo que estaba claro es que todo era analógico. Por lo que pude ver tenia un megasinte (presumiblemente de construcción propia), una 707, dos sintetizadores mas y un secuenciador, ni ordenador ni leches.
Al ponernos las máscaras nos llevamos otra sorpresa; llevaban incorporadas unas gafas de efecto calidoscopio! La sala estaba decorada con globos gigantes y cubierta de pantallas enormes por los cuatro costados que proyectaban visuales psicodélicos. En el techo se libraba una espectacular guerra de efectos láser. Observarlo todo a través de las gafas-calidoscopio era realmente meterte en otro mundo. Si a esto le sumas la música hipnotizante de BMS la experiencia era única.
El directo empezó con una intro larguísima, de casi media hora, en la que capas de sintetizadores se superponían unas con otras, lo que recordaba mucho a la música de Delia & Gavin. A partir de ahí tocó todos los temas que saldrán en DFA y alguno nuevo. Todos alargados hasta la extenuación, con secuencias inacabables que iba modificando poco a poco. Así hasta llegar a las 2 horas y media de actuación! 150 minutos de arpegios, ritmos old school, melodías cósmicas y sintetizadores lisérgicos. Y es que, más allá de un homenaje al house primigenio, BMS es un homenaje a la música de baile en general. La verdad es que no querías que acabara nunca. El impecable soundsystem permitía disfrutar con plenitud del glorioso sonido que el barbudo Russom iba construyendo mientras dos bailarinas llevaban a cabo extrañas coreografías en la misma plataforma. La música, los efectos visuales y las gafas creaban una sensación narcotizante que se apoderó del heterogéneo público. El museo fue una auténtica fiesta. Y vaya fiesta.
Al acabar la actuación salí del museo tan aturdido como feliz, con la sensación de haber asistido a una actuación única y con aún más ganas de que salgan de una vez sus lanzamientos en DFA (están al caer). Muy fan.

Aquí un video para que os hagáis una idea de lo que fue:


1 comentario:

Anónimo dijo...

pero k flipada no?
jdr! k alguien tome nota por aki!